Navidad que clama el nacimiento de la justicia

Navidad que clama el nacimiento de la justicia

Tlapa de Comonfort, Guerrero a 23 de diciembre de 2017

Estimadas amigas y amigos,

El heno que cuelga de los encinos y las enredaderas de las granadillas que lucen frondosas en las huertas de las familias indígenas de la Montaña son los adornos naturales más hermosos de las mujeres y los hombres que dentro del vientre comunitario tienen muchas razones para esperar el nacimiento de la justicia y la igualdad. Las sabias y sabios han intensificado sus rezos en las cimas de las montañas para que las nuevas autoridades reciban el año con los mejores augurios. A pesar de que han contemplado señales funestas en el cielo y que han padecido la acción criminal de un gobierno que pisotea sus derechos, late en el corazón comunitario el ánimo y la esperanza de que las hijas y los hijos desaparecidos volverán a casa, de que su clamor de justicia lograra dar con el paradero de los responsables.

Este año plagado de sombras funestas tuvo también luces que abrieron los pétalos de las rosas, que a pesar de sus espinas revelan su belleza que nos transmite la bondad y la solidaridad de miles de personas que abrazan la causa de las personas olvidadas y violentadas.

Sobra mencionar la traición consumada de quienes dicen ser representantes del pueblo en el poder
legislativo. No les importa su sufrimiento, mucho menos que se siga abatiendo a personas inocentes por esta estrategia guerrerista de un gobierno coludido con la delincuencia organizada. Ayer mismo en la Autopista del Sol se trasladaba un gran convoy militar estrenando la leyenda de policía militar.

Su despliegue ostentoso es un indicio de lo que puede suceder en un año electoral. A las autoridades les interesa infundir miedo a un pueblo indignado y adolorido. Se obstinan en asumir el control con las armas en las manos estableciendo alianzas con camarillas políticas acostumbradas a lucrar con el poder al costo que sea.

Como Tlachinollan seguimos enfrentando estas pruebas de fuego que hemos vivido en diferentes momentos en más de dos décadas de acompañamiento a los pueblos de la Montaña que han demostrado tener casta y dignidad. Los amparos alcanzados con la tenacidad que ha demostrado el pueblo de San Miguel del Progreso abrieron un camino inédito que inspira las luchas de los pueblos para defender sus territorios sagrados contra las empresas mineras; es una victoria comunitaria que da frescura a este ambiente contaminado por la rapacidad de los políticos. La reciente libertad que obtuvo el defensor comunitario Arturo Campos Herrera implicó una lucha gigante de su esposa Agustina y sus hijas e hijos, quienes en medio de la pobreza y el maltrato de las autoridades lograron ganarse la solidaridad de miles de personas que demandaron la libertad de Arturo. Este triunfo lo hemos compartido con varias organizaciones hermanas que se adhirieron a la campaña que emprendimos con la participación de comunidades indígenas y policías comunitarios de la Casa de El Paraíso.

En este diciembre, junto con la libertad de Arturo y los amparos alcanzados por la comunidad de San Miguel del Progreso, las recomendaciones emitidas por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Guerrero a las autoridades educativas que exigen al gobierno docentes para más de 500 niños indígenas del municipio de Cochoapa el Grande, son el regalo más valioso que nos alegra el corazón y nos alienta a continuar abrazando esta causa con pasión y mucho amor.

Les agradecemos porque sus corazones laten junto a nosotros, porque su compañía nos robustece y porque su confianza y su cariño nos brinda la oportunidad para proporcionar un servicio que rinde frutos a pesar de la tierra huraña y arisca que nos cobija.

Reciban nuestro reconocimiento y nuestro aprecio por todo lo que han hecho posible en la Montaña a través de esta familia que les quiere y respeta.

Atentamente

Abel Barrera Hernández