No olvidemos a quienes desde la infancia cargan el pesado yugo de la discriminación. Su vida al ras de la tierra, pasa desapercibida por nuestra vista.

Comunicado | Normalistas denuncian campaña de desprestigio y difamación

Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”. Ayotzinapa, Guerrero.

Las Normales Rurales agremiadas a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) nos organizamos internamente a través del Comité Estudiantil, este órgano vela por mantener viva la dinámica del internado en nuestras escuelas: coordina a los estudiantes para cumplir las tareas de limpieza e higiene, para mantener en servicio el comedor, para trabajar las tierras y criar el ganado, para darle mantenimiento a las  instalaciones, para instruir en la danza y música a los estudiantes, para cumplir con la formación académica y brinda orientación a nuestra ideología política.

En Ayotzinapa se constituyó en 1935 la Sociedad de Alumnos “Ricardo Flores Magón” y el Comité Ejecutivo Estudiantil. Aunque la participación del estudiantado dentro de las Normales Rurales fue fundamental desde sus primeros años, el Comité es una figura que representa a la base de los normalistas, que entiende cuáles son sus necesidades y vela por la defensa de la educación pública. En coordinación con la dirección y el Comité Estudiantil, aunque son órganos independientes, se ejerce el autogobierno en Ayotzinapa.

Muchos maestros han pisado nuestra escuela a lo largo de la historia, algunos perduran en nuestra memoria por el ejemplo que nos heredaron. Raúl Isidro Burgos fue el segundo director de la Normal y sacrificó hasta su salario para poner los primeros cimientos de esta escuela para pobres; motivaba a los estudiantes a dejar algo en beneficio de la normal; fomentaba la labor en colectivo y la responsabilidad en nuestros actos. Isidro Burgos no detenía su papel docente en las aulas, el personalmente se integró a trabajar con los estudiantes las tierras, cuidaba la escuela; su trabajo iba más allá de la cátedra, se preocupaba como vivían sus alumnos y las condiciones en las que crecían: sembraba las semillas de donde germinaron las primeras generaciones del normalismo rural. Muchos otros maestros, por el contrario, se han encargado de trabajar de la mano del estado para desaparecer el Comité Ejecutivo Estudiantil, denostando las actividades y acciones que son acordadas en asambleas.

Las consecuencias del 26 de septiembre no cesaron con la desaparición forzada de 43 compañeros y la ejecución extrajudicial de Julio Cesar Mondragón, Daniel Solís Gallardo, Julio Cesar Ramírez Nava, además se gestó inestabilidad dentro de la Normal, lo que por poco provoca el cierre de nuestra escuela. Sin embargo, por el respaldo del pueblo y las madres y padres de los 43 hermanos ausentes Ayotzinapa sigue abierta.

Los estudiantes organizados bajo el Comité Ejecutivo Estudiantil, luego de más de 3 años, seguimos respaldando el movimiento y la lucha por la presentación con vida de los 43. A pesar la desaparición forzada de nuestros compañeros, de los hermanos caídos por las armas de la policía, seguimos firmes: el terrorismo de estado no detiene a Ayotzinapa. Sin embargo, el estado ha buscado otras estrategias para desmovilizar la base estudiantil de la Normal; la infiltración de agentes, división interna de los estudiantes, desprestigio del comité estudiantil y difamación de nuestra protesta. El estado, actualmente, utiliza a docentes afines a sus intereses para engañar estudiantes y generar rencillas internas que perjudiquen las formas de justicia y toma de decisiones en el autogobierno de la Normal.

Nosotros hemos trabajado para fortalecer los 5 ejes del normalismo rural en Ayotzinapa sin dejar de acompañar a las madres y padres de los 43 compañeros en su peregrinaje por verdad y justicia. Con la dirección de la escuela nos coordinamos en conjunto para estabilizar la vida del internado. Pero aclaramos que esto no significa que la labor del Comité sea para sostener directores en sus puestos, ni tampoco que tengamos negociaciones turbias con ellos. Esta gestión del Comité Ejecutivo Estudiantil procura mantener vigente las actividades culturales, académicas, deportivas, y productivas sin abandonar la lucha por los 43 ausentes.

Denunciamos la campaña de desprestigio y difamación con supuestas filtraciones internas de Ayotzinapa, cuyo objetivo primordial es debilitar el acompañamiento de los normalistas con los padres y madres de los 43. La manipulación de los maestros con el estudiantado históricamente ha servido para procrear intereses contrarios entre los normalistas rurales.

Nosotros nos mantenemos firmes pues sabemos que actuamos con dignidad. Que sigan hablando quienes intentan romper con el vínculo entre normalistas y padres y madres de los 43; que sigan difamando quienes son serviles al Estado. Nosotros con los hechos demostramos lo contrario: hasta el último momento, continuaremos reivindicando la presentación con vida de los desaparecidos y la permanencia del normalismo rural.

¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!
¡Nos faltan 43 y miles más!
¡Ni con tanques, ni metrallas, Ayotzi no se calla! ¡Respeto a la organización estudiantil en las Normales Rurales!

H. Comité Ejecutivo Estudiantil “Ricardo Flores Magón”

Febrero combativo 2018

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