No olvidemos a quienes desde la infancia cargan el pesado yugo de la discriminación. Su vida al ras de la tierra, pasa desapercibida por nuestra vista.

Consejo de Jornaleros Agrícolas

El Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña es una organización constituida en 2006 ante la falta de atención a la problemática que padecen las y los jornarelos de la región de la Montaña de Guerrero, quienes cada año se ven obligados a salir de sus comunidades y migrar hacia los campos agrícolas del norte de México. Las y los indígenas migrantes forman parte de la población más discriminada y olvidada, para ellos migrar significa  caminar acompañados de discriminación, sufrimiento, explotación, abusos, tratos injustos y muertes tempranas.

La conformación del Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña  responde a la necesidad de buscar garantizar los derechos básicos de los jornaleros y jornaleras agrícolas relacionados con una estancia, atención médica, alimentación, registro, traslado y condiciones dignas de trabajo.

Una de las demandas principales del Consejo cintinúa siendo la adscripción temporal de un médico con enfermera y medicamentos suficientes, para que mujeres, hombres, niñas y niños que bajan de los municipios más pobres de la región en condiciones muy precarias y que necesitan con urgencia una revisión médica sean atendidos para evitar desenlaces fatales en los campos agrícolas donde han muerto niñas, niños y mujeres jornaleras.

El Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña demanda también mejores condiciones de los autobuses en los cuales son trasladados hacia estados como Sinaloa,  Sonora, Baja California Sur y otros estados a los que llegan a hacer más de 72 hrs. en el traslado.  Su objetivo es lograr que la Secretaria del Trabajo y Previsión Social a nivel federal y estatal garanticen que los agricultores, empresarios agrícolas y empresas de autotransporte cumplan con las normas vigentes relacionadas con un servicio de calidad y con los seguros de viajero. Sobra decir que por estos pésimos servicios han fenecido decenas de  jornaleros y jornaleras sin que ninguna autoridad se obligue a reparar los daños lamentables .

El  mantenimiento, equipamiento, servicios e infraestructura de la Unidad de Servicios Integrales (USI) a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) ubicada en Tlapa, Guerrero,  ha sido también una de las demandas principales del Consejo. La USI alberga a los migrantes indígenas antes de su partida a los campos agrícolas, sin embargo, dichas instalaciones se encuentran deterioradas y carentes de servicios dignos, los dormitorios se encuentran en mal estado y son insuficientes, razón por la cual las familias jornaleras duermen incluso en la intemperie. Por otra parte, los niños y las niñas no tienen en este espacio un lugar de esparcimiento y el mismo comedor carece del mobiliario y equipo necesario para contar con un servicio digno.

A lo largo de estos años el Consejo ha demandado también programas especiales para mujeres migrantes, quienes se han visto obligadas a trabajar como jornaleras, ya sea como madres solteras, viudas, huérfanas o como niñas y adolescentes. Muchas veces las mujeres tienen que ser padre y madre  a la vez y muchas de ellas han padecido discriminación, maltrato e incluso abusos sexuales.

Los niños y las niñas son también una de la población más vulnerable, ya que gran parte de  la niñez indígena de la Montaña de Guerrero se traslada junto con sus padres a los campos agrícolas porque es imposible quedarse en la comunidad cuando no se tiene nada para poder sobrevivir. La situación de pobreza extrema reproduce el círculo vicioso de la discriminación y el rezago social. Aunado a ello la falta de maestros en las comunidades,  propicia que los y las menores se desempeñen como jornaleros y jornaleras agrícolas por lo que una exigencia más del Consejo ha sido el derecho a la educación.

Por otra parte, el Consejo ha planteado en diferentes momentos a las autoridades estatales y federales, la necesidad de que se firme un contrato colectivo con los agricultores o empresarios agrícolas, para que se ataque de fondo todos los abusos y formas de explotación laboral de la que son objeto y de esta forma enarbolar esta causa en aras de alcanzar condiciones dignas de trabajo y de vida.

En el estado de Guerrero, el Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña ha demandado también que las autoridades municipales de la región asuman el compromiso de dar atención prioritaria a la población jornalera que migra cada año, porque no existe ningún programa y ningún recurso que fomente el desarrollo comunitario y que se destine para las múltiples necesidades que enfrentan las familias jornaleras, quienes mayoritariamente viven en extrema pobreza.

De igual manera, el Consejo ha demandado que exista la debida coordinación entre las dependencias municipales, estatales y nacionales a fin de que  atiendan con verdadero compromiso los planteamientos que desde su constitución han realizado y que sus acciones se se traduzcan en políticas publicas que busquen solucionar los problemas estructurales que obligan a los indígenas a abandonar sus comunidades en búsqueda de la oportunidad que les es negada en sus estado.

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