Tlapa, Guerrero, a 29 de abril de 2025. Hoy salieron 77 jornaleras y jornaleros, la mayoría de Cochoapa el Grande, a los campos agrícolas de Chihuahua, después de una balacera en el centro de la comunidad más pobre de México y el asesinato de un niño de 13 años en una “emboscada” de civiles armados cerca de un módulo de seguridad, rumbo a la comunidad de Arroyo Prieto este 28 de abril. En la víspera del día del niño y la niña se da un homicidio infantil en el filo de la Montaña.
A pesar de la violencia en las agrestes montañas, a mediodía de este martes las familias de Cochoapa el Grande, Alcozauca, Zapotitlán Tablas y Metlatónoc viajaron en dos autobuses a los campos agrícolas para enrolarse en el corte de tomate y chile. Una decena de niñas y niños iba sentados hacinados en los asientos de sus padres. Algunos con una sonrisa y un saludo de resistencia, en otras una mirada de incertidumbre salía por la ventana.
Las familias que trabajan en pequeños campos agrícolas no tienen más opción que pagar 2 mil 500 hasta 3 mil pesos en autobuses en malas condiciones para ir a trabajar. Además, la renta oscila entre los 3 mil a 4 mil pesos. Por eso tienen que redoblar esfuerzos para que entre dos puedan juntar 600 pesos al día cuando hay suficiente producto para cosechar.
En el techado de la casa del jornalero se quedan 10 familias más observando cómo se alejan los autobuses. Una señora de Cochoapa el Grande tenía que esperar unas horas más para viajar a las rancherías de Guanajuato para emplearse como jornalera junto con su esposo. Durante tres meses estarán en la cosecha de chile. Llevan dos niñas con su huipil de seis y un año. Tienen la esperanza de trabajar duro como otros años para ahorrar algo de dinero para pagar sus deudas. Es difícil porque trabajan por destajo, donde les pagan 35 pesos la arpilla de chile. Con su esposo han logrado cosechar 18 arpillas en un día con jornadas de más de 10 horas.
La mayoría de las familias eran de Cochoapa el Grande, donde sólo las nubes abrazan las montañas en los atardeceres, pero en la desolación como un desierto con bosque. Las autoridades municipales parecen de papel, ausentes de los grandes problemas del municipio con alta pobreza, con el aumento de la violencia y los imparables acuerdos matrimoniales de niñas. La inoperancia del gobierno de Guerrero profundiza el abandono secular.