No olvidemos a quienes desde la infancia cargan el pesado yugo de la discriminación. Su vida al ras de la tierra, pasa desapercibida por nuestra vista.

FOTOGALERÍA | De la verdad secuestrada a una diminuta gota de esperanza: las madres y padres de los 43 en Palacio Nacional

 

Ciudad de México, 03 de diciembre de 2018. En el marco de la creación de una Comisión de Investigación para la Verdad y la Justicia sobre el caso Ayotzinapa (que durante los últimos meses del gobierno del ex presidente, Enrique Peña Nieto, obstruyó la creación de la Comisión de Investigación interponiendo más de 200 recursos jurídicos), madres, padres, organizaciones internacionales de derechos humanos así como las organizaciones de derechos humanos que acompañan y llevan la defensa del caso de los 43 estudiantes desaparecidos fueron testigos de la firma del decreto presidencial en la cual Andrés Manuel López Obrador, junto con otras secretarías y dependencias establecerán condiciones materiales, jurídicas y humanas efectivas para fortalecer los derechos humanos de los familiares de los 43 normalistas llegando a la verdad y la justicia.

Quién firma el decreto es Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México. También debería contar con la rúbrica de Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, Secretaria de Gobernación, Marcelo Luis Ebrard Casaubon, Secretario de Relaciones Exteriores, quien no estuvo, Luis Crescencio Sandoval González, Secretario de la Defensa Nacional, José Rafael Ojeda Durán, Secretario de Marina, Carlos Manuel Urzúa Macías y Jorge Alcocer Varela, Secretario de Salud.

Las madres y los padres de los 43 como muchas víctimas han navegado por el mar de la ignominia, han sentido la discriminación y el olvido de los gobiernos por el sólo hecho de buscar a sus hijos. Sin embargo, con la firma del decreto para que se investigue lo que ocurrió en Iguala y dar con el paradero de los estudiantes de Ayotzinapa ha sido simbólico para las víctimas. Es un mensaje de voluntad del poder, pero no de una esperanza consumada.

Doña María Martínez Zeferino, madre de Miguel Ángel Hernández Martínez, estudiante desaparecido el 26 de septiembre en Iguala, en su intervención afirmó que “a 50 meses de andar exigiendo la presentación con vida de nuestros hijos estamos aquí para exigirle, señor presidente, que esta firma de decreto que se acaba de hacer no se quede así, pues queremos que siga caminando con nosotros adelante hasta encontrar a nuestros hijos. Para nosotros es muy duro, es muy difícil que pasan los días y las noches y no tenemos a nuestros hijos. Verán que es muy difícil sentarse a la mesa y ver que está una silla vacía o que hay una cama que falta el hijo. Nosotros como padres y madres, le pedimos a usted (Presidente de México) como padre nos ayude, que nos saque de este basurero donde nos dejó Peña Nieto porque no vimos ningún avance con él. Ya no confiamos en nadie, pero tenemos un poco de esperanza que usted como ser humano sea más humano . Buscamos a 43 seres humanos y miles más”.

Doña María Martínez afirmó que depositaban sus esperanzas en el nuevo gobierno y que cuando recuperen a sus hijos el nuevo presidente será grande. Sin duda, madres y padres de gran corazón no quisieran seguir en la misma epistemología del dolor, dan todo porque se llegue pronto al horizonte de la verdad.

Una esperanza a prueba. Una esperanza rodeada de fantasmas con dobles discursos, sin destellos de verdad, que esconden intereses mafiosos tras las estructuras de poderes. No basta un mensaje de buena voluntad frente a múltiples agravios de familias silenciadas por la violencia e impunidad.

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, tras la firma del decreto se comprometió en brindar todas las facilidades a la Comisión de Investigación sobre el caso Ayotzinapa para que se conozca la verdad, sobre todo dio su apoyo a las familias de desaparecidos, especialmente las madres y padres de Ayotzinapa. Sus palabras versan así:

“… Con este decreto se ordena a todo el gobierno, en lo que corresponde al poder ejecutivo, para que se preste todo el apoyo a ustedes, a la comisión que se va a integrar para llegar a la verdad. Todo el gobierno va a ayudar en este propósito y les aseguro que no habrá impunidad en este caso tan triste y doloroso y en ningún otro. Nos hemos propuesto -y ese es el compromiso- acabar con la corrupción y acabar con la impunidad en el país. […] Con el apoyo del pueblo que es el soberano y  que es el que le tengo respeto y lealtad, por eso no habrá ninguna traba, ningún obstáculo  para llegar a la verdad. La verdad es revolucionaria, es cristiana; la mentira es reaccionaria, es del demonio, la verdad por encima de todo vamos a que se cumpla con este decreto y que haya justicia”. Finalizó de que el decreto debe ser el ejemplo “para que nunca más se violen derecho humanos en nuestro país, para que ningún mexicano, sobre todo para que los padres no sufran la desaparición de sus hijos”.

La firma del decreto tuvo fin con una conferencia de prensa por parte de las madres y padres de los 43 donde se dejó clara la postura de la buena voluntad del nuevo gobierno, pero también señalaron que seguirán la lucha para encontrar a sus hijos. Lamentaron que el gobierno de Enrique Peña Nieto no investigó nada. También cuestionaron al informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) porque confirman lo del basurero de Cocula donde supuestamente pudieron ser incinerados algunos estudiantes, entre otras conclusiones a las que llegó la CNDH sin rigor científico, los familiares sentenciaron que es una mentira. El mismo Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) discrepó profundamente en torno a las conclusiones a las que llegó la CNDH, incluso ha llamado a la CNDH a establecer una mesa técnica.

Dejamos una breve galería de fotos de la firma del decreto y la conferencia de prensa de las madres y padres en el Palacio Nacional.

 

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