No olvidemos a quienes desde la infancia cargan el pesado yugo de la discriminación. Su vida al ras de la tierra, pasa desapercibida por nuestra vista.

Informe XXII | ¡Pueblo Indignado! Resistir con el corazón por delante

PORTADA 22_FINAL

Grabado: Alejandro Aranda / 2016.

Informe XXII ¡Pueblo Indignado! Resistir con el corazón por delante

¡RESISTIR, CON EL CORAZON POR DELANTE!

Vivo horas de agonía en esta tierra arisca

marcada por la violencia.

Camino hacia todos los lugares

en pos de la verdad.

Levito en los pesados segundos de la madrugada

para encontrar a mi hijo amado.

Viajo hasta el confín de la tierra

para mover los corazones

de quienes sueñan con

la paz y la justicia.

Hablo en las altas tribunas del mundo

para exigir al gobierno

la presentación de los 43.

Gritó a los 4 vientos:

¡que acabe tanta mentira!

¡que termine tanta atrocidad!

¡que se castigue a los políticos de arriba!

Los de la mala entraña.

¡Que se investigue a los soldados!

cómplices del infortunio de nuestros hijos

¡Que se vayan a la cárcel los fabricantes de mentiras!

Buenos para la maldad

y faltos de ética para dar con la verdad.

¡Ya no más fechas postergadas para que avancen las investigaciones!

¡Ya no más verborrea ni palabras sin razón!

¡Exigimos respeto a nuestro dolor!

Cumplimiento cabal a las resoluciones de la CIDH

¿Por qué tanto empeño en impedir que los comisionados permanezcan más tiempo en nuestro país?

¿Qué esconde y a quién protege el gobierno para restringir su trabajo?

¿Por qué se obstinan en obstruir el camino hacia la verdad?

¿No les bastó echar del país al GIEI,

ni les pesó manchar su trayectoria intachable?

Los gorilas del régimen

pretenden concluir el caso en el basurero de Cocula.

¡Basuras ellos!

que le dan vuelta a la página de la ignominia

y continúan con su carrera delincuencial

¡No se equivoquen señores del gobierno!

la sabiduría del pueblo

es pulcra y sagaz:

sabe quién es quién en este país.

Conoce de qué materia están hechos los políticos.

Observa que atrás de las cámaras

son esclavos de sus ambiciones,

de su mezquindad y megalomanía insoportable..

Sus aires de divos los exhibe como maniquís,

faltos de raciocinio,

inertes y carentes de sentimientos.

Su fama crece por sus perversidades,

no por sus virtudes.

Por ser protectores de los que fabrican mentiras

y ser cómplices de militares y policías

que trabajan para la mafia.

Dejan crecer al poder criminal

para multiplicar sus ganancias

con más muertos en las calles.

En los filos de la sierra madre

comparten las plazas mineros y amapoleros.

Amos y señores de las regiones olvidadas.

De la sierra a Nueva York

corre la sangre de los jornaleros sin tierra

que extraen de la adormidera el polvo de la muerte.

En los nichos de las familias del campo,

donde campea el hambre y la desolación,

florece la amapola

y tabletean las ametralladoras.

Miseria y fierros asesinos

son el destino funesto

de los pueblos que pelean por un lugar digno en el estado.

La historia del quinto autobús

nos conduce a Chicago y Nueva York,

capitales de la macrocriminalidad

donde peregrinan las y los guerrerenses

que huyen de las balas y buscan un nuevo hogar

Atravieso las áreas pedregosas de los ríos contaminados por el cianuro

que escurre por el lavado de los minerales.

El paisaje desolador de la zona norte

hace más cruento

el infierno de Iguala,

cuna de la delincuencia organizada,

de los cuerpos sembrados en los cerros

La cañada del zopilote,

mítico lugar habitado por los “chaneques”

yacen sometidos por las bandas del crimen

que asolan ejidos y comunidades.

Sicarios que secuestran a campesinos y violan a colegialas.

En las escarpadas Montañas

deambulan los desplazados en busca de un techo seguro.

Sobre sus pies descalzos aguarda por siglos el oro a raudales

Codicia insaciable de las trasnacionales.

En los lechos donde se raya la goma

se enraíza la pobreza y se cosecha el odio .

Ya no hay cruces que hablen de nuestros muertos,

solo fosas clandestinas que aguardan verdades atroces.

En la levítica ciudad de Chilapa

tropezamos a diario con los de la maña

que sin rubor alguno

se pasean campantes por los retenes militares.

A nadie sorprende que el ejército y policías federales patrullen con civiles armados.

Portar armas es una necesidad para la autodefensa

y un deporte para la juventud que se ha extraviado,

que para comer tiene que matar a diario.

Las playas plagadas de turistas veraniegos

son testigos de la sangre que llega al mar.

Observan expectantes el show de militares y marinos

que como carros alegóricos

exhiben sobre la costera sus metralletas en lo alto.

Cuántos asesinaron anoche?

es la pregunta con la que almuerzan los políticos

en punta diamante.

Abren apetito con la tragedia de cada día

festinando las fotos de sus inserciones pagadas

al lado de los ejecutados.

Como papás y mamás

caminamos sin descanso en busca de nuestros 43 hijos

Luchamos sin tregua alguna para desenmarañar

las trampas y enredos del poder con la delincuencia.

No hay forma de escaparse de esta debacle

que nos hunde y nos arrastra

en las barrancas de la desolación.

Ni los políticos se libran de la desdicha que nos inunda

También los matan en las carreteras.

En la Tierra Caliente

se atiza el fuego de la violencia

con los secuestros y extorsiones.

Nadie está exento del cobro de piso

ni del amedrentamiento constante.

¡Armarse! es el grito de guerra de los pueblos

Es la fórmula segura para defenderse.

Para pelear al tú por tú,

y rifársela a diario.

Encomendarse a Dios y a la santa muerte;

leer la baraja y medir el hueso de la suerte

son los recursos efímeros de las familias indefensas.

Se acabó la algarabía costeña,

las veladas y los sones calentanos.

Los bailes de tarima de Tixtla

y la danza de los diablos de la costa.

Las” tigradas” y la embriaguez colectiva

con el mezcal ardiente.

El ambiente lúgubre impuesto por el crimen

cancela la dicha de jugar y flirtear por las calles.

El sonido estruendoso de las camionetas de todo terreno

Imponen el gusto por los narco corridos,

cuyos sicarios

toman las calles como campos de batalla

para saciar con buchanas y balas su sed de venganza.

La noche tiene dueño y es cómplice de quienes arrancan la vida.

No hay lugar para el deporte seguro ni el paseo familiar.

Las ejecuciones y narcomensajes son las notas rojas

que desplazan las protestas y demandas de la sociedad.

Los narcopolíticos con ropa de marca y pelo engomado

son la nueva socialité guerrerense.

La contracara de los caciques desalmados

superados por los mafiosos que asaltan el poder

con celebraciones frívolas

donde conviven narco juniors y políticos encumbrados.

Enrolarse en amoríos

con los jefes de la mafia,

es el sueño dorado

de las hijas de políticos y empresarios

para ser parte del jet set acapulqueño.

Mantienen con su familia un pie en el estribo de la política

y con el otro se montan en el cuaco de sus alucinaciones.

Vivir el momento hasta el tope

es la obsesión enfermiza de la nueva clase en el poder

adicta al humo de la Acapulco gold, del polvo colombiano

y la heroína de la sierra.

Las corrientes profundas que le dan vida

a la sierra madre sur y a la montaña inhóspita

son las aguas bravías que bañan

los ejidos y los bienes comunales.

Las venas agrestes que

corren con fuerza y

se unen a la corriente impetuosa de quienes claman justicia.

¡Guerrero¡ Pueblo combativo.

Insurrecto y siempre altivo.

Resistes con el acero de tu dignidad.

Te aferras a la cultura mezcala y a la civilización olmeca.

Rememoras al jaguar en las montañas

a los caballeros águila

y los comisarios tigre

A los comuneros con el acero empuñado.

¡Guerrero! Pueblo indignado.

Decidido a luchar en cualquier paraje o mohonera,

a tomar la ley

y  empuñar las armas,

para que renazca la justicia comunitaria.

Guerrero que aguardas paciente para que la autoridad actúe.

Esperas los cambios que los gobernantes prometieron.

Soportas a los políticos embusteros y arrogantes.

Simulas no conocer sus enredos con el crimen.

Emplazas a los guardianes para que rindan cuentas al pueblo.

Insistes que la procuraduría investigue las atrocidades de militares y políticos

Demandas que la búsqueda de los desparecidos no pare.

Aguantas hasta el final,

pero en Guerrero todo pinta mal,

porque son muchos los muertos

y mucho más los desaparecidos.

Nada bueno puede venir

donde está enquistado el cáncer de la corrupción

y donde impera la impunidad.

Los pueblos y los familiares que buscan a sus hijos

son la luz en esta noche siniestra.

Sus pasos y sus voces juntas

desarmaron la mentira de la PGR.

y a pulso levantaron un movimiento

fincado en su autoridad moral

para que nunca se olvide

el agravio,

ni la esperanza se marchite.

Con el corazón por delante

¡resistiremos!

hasta acariciar los rostro de nuestros hijos desaparecidos

¡Porque vivos se los llevaron!

¡Vivos los queremos!

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