La lucha emblemática de la Tribu Yaqui ha demostrado la fuerza histórica de los pueblos indígenas de México. Su reciedumbre, persistencia y valor son parte de su identidad. Nunca se han doblegado ante el colonizador y han sabido enfrentar con inteligencia las embestidas de los gobiernos etnocidas que han pugnado por dividirlos y fragmentar su territorio. La figura de los gobernadores es un modelo de gobierno comunitario donde los sabios y sabias se unen con las fuerzas sagradas para defender con ahínco sus derechos como pueblos. La autoridad se adquiere en el servicio y el compromiso a toda prueba. Se requiere entrega, valor e intrepidez para hacer frente a los desafíos. Han aprendido a negociar con los gobiernos sin ceder un ápice de su patrimonio natural y cultural, de su territorio sagrado.
Fuerzas oscuras que buscan afectar la organización del pueblo Yaqui han atentado contra la libertad y seguridad, de uno de los portavoces más respetados de la Tribu Yaqui. Desde el pasado 27 de mayo, Tomás Rojo Valencia fue desaparecido al salir de su domicilio, alrededor de las cinco de la mañana. Desde esa fecha se desconoce su paradero y se teme por su vida, ante la incapacidad de las autoridades para avanzar en las investigaciones. No podemos permitir que continúe esta espiral de violencia y se atente contra defensores de los pueblos indígenas, sin que las autoridades federales y estatales garanticen su seguridad por el trabajo que realizan. Cada día que pasa es un tiempo de mayor sufrimiento para su familia incrementando el temor de que se aleje la posibilidad de dar con su paradero.
Como Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, nos adherimos al clamor generalizado de que las autoridades competentes realicen la búsqueda y las investigaciones de manera exhaustiva, para que pronto tengamos de regreso al compañero de lucha Tomás Rojo Valencia.