No olvidemos a quienes desde la infancia cargan el pesado yugo de la discriminación. Su vida al ras de la tierra, pasa desapercibida por nuestra vista.

NOTA INFORMATIVA | Ayotzinapa: La esperanza en un nuevo escenario

Ciudad de México, a 26 de noviembre de 2018. Madres, padres, organizaciones sociales, colectivos libertarios, sindicatos y estudiantes de la normal de Ayotzinapa continúan protestando en las calles en busca de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero. Los gritos estridentes de los familiares de los 43 no dejan de resonar con el ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos! Siempre exigiendo la aparición con vida de sus hijos ante la sordera de un gobierno infame que “nunca buscó a los 43”.

Las madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos siguen con el dolor, pero también con la esperanza de ver nuevamente a sus hijos. En cada marcha, en cada rostro joven se imaginan a aquellos futuros maestros combatiendo la discriminación y el olvido que los gobiernos han minado en las comunidades pobres.

A lo largo de la marcha que realizaron las madres y padres en conjunto con voces solidarias y hartas de un “gobierno espurios” se alzaron las voces por los estudiantes desaparecidos; los rostros de los 43 dejaron clara la exigencia para el gobierno entrante: la búsqueda de los 43 maestros de la normal de Ayotzinapa. También los machetes de Atenco se solidarizaron con los familiares de los 43 y miles de desaparecidos en México. Relucían las pancartas en rechazo al gobierno de Enrique Peña Nieto, mientras otras más en solidaridad a la lucha por los 43 normalistas. Al frente de la marcha por la verdad y justicia se mostraban los monigotes de los políticos y gobernantes que representan el poder, la corrupción, la injusticia, la impunidad y los crímenes en México, sin duda, la sociedad mexicana debe juzgar a Enrique Peña Nieto, Murillo Karan, Tomás Zerón de Lucio entre otros que apoyan o construyeron la “verdad histórica”.

En el rostro de las madres y padres se miraba que intentaban dilucidar la verdad y la justicia de este país de asesinatos y desaparecidos. Sus pasos raspaban el asfalto y las lonas de los rostros de los 43 se balanceaban de un lado a otro buscando salir de una pesadilla, la desaparición.

Al llegar al Hemiciclo a Juárez dio inicio el mitin con la intervención de Doña María de Jesús quien dijo que este “gobierno asesino, opresor, nunca le importó el dolor, el sufrimiento y la desesperación de una madre. Tanto daño que nos ha causado este pinche gobierno, cuanta angustia pensando en nuestros hijos día a día. pensamos si les darán de comer, si tienen una cobija para cubrirse del frio, pero solo nos quedamos con la esperanza y la fe. Desde aquí le decimos a Enrique Peña Nieto que se va como un traidor a la patria porque nunca quiso resolver este problema, pero si fuera su hijo ya lo hubiera encontrado, ya hubiera buscado por cielo, mar y tierra, cosa que nunca hizo por nuestros hijos y por eso estamos muy indignado con este gobierno. Les exigimos la aparición con vida de nuestros hijos porque fueron uniformados quienes se los llevaron. Pena Nieto sólo sembró mentiras tras mentiras burlándose de nosotros como se ha burlado del pueblo de México y del mundo entero”.

Don Melitón Ortega, vocero de las y los padres de los 43, hizo mención que en la mañana del 26 se realizó un juicio político en el zócalo de la Ciudad de México a “Enrique Peña Nieto y a otros más de su gobierno por los crímenes que cometieron como Ayotzinapa, Tlatlaya, de Oaxaca y muchos más, estos culpables deben pagar con cárcel”.

Por su parte, Don Juan Colón hablo que a pesar del sufrimiento, a veces con frio o  con hambre, seguirán en la lucha hasta que regresen sus hijos a sus casas. “Queremos a nuestros hijos, los queremos abrazar, besar. Estos señores del poder deben ser castigados por la desaparición de nuestros hijos”.

Otros participantes se solidarizaron con la lucha de las madres y padres de los 43 al unísono de la exigencia por la aparición de los estudiantes desparecidos y los miles que hay en el país.

Después del mitin se pasó a la quema de los monigotes que representan a Enrique Peña Nieto, Murillo Karam, Tomás Zerón de Lucio, Ángel Aguirre Rivero, entre otros personajes como Elba Esther Gordillo. La gente les gritó asesinos al momento de prenderle lumbre ante las injusticias y los  múltiples agravios que aún comenten. Se levantó el humo a olor a impunidad, corrupción y crimen. Trascendió que Enrique Peña Nieto fue tras las rejas en toda la marcha, así deberían ser castigados a los autores materiales e intelectuales de los hechos ocurridos el 26 de septiembre en Iguala en torno al asesinato de tres normalistas y 43 desaparecidos sumado con más de 35 mil desaparecidos a lo largo y ancho de México.

En otro momento y espacio integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se reunieron con las madres y padres para refrendar su compromiso de seguir con las investigaciones y dar con el paradero de los 43 normalistas. En el marco de un terreno agreste y un escenario nuevo con el gobierno que entra el primero de diciembre se espera que avancen las investigaciones, sobre todo se pueda dar con el paradero de los estudiantes desaparecidos.

Que más esperanza, no es la del perdón ni de la paz.

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