No olvidemos a quienes desde la infancia cargan el pesado yugo de la discriminación. Su vida al ras de la tierra, pasa desapercibida por nuestra vista.

NOTA INFORMATIVA | Reivindican en territorio Maya defensa del territorio y presentación con vida de Normalistas desaparecidos.

Monclova, Campeche, Territorio Maya, 29 de diciembre de 2014.- «En el terrqitorio Maya también hay lucha, también tenemos sangre rebelde … aquí han venido a denunciar la desaparición de nuestros 43 compañeros de Ayotzinapa y a sus familiares les decimos: No están solas, su dolor es nuestro dolor, sentimos lo mismo que ustedes, su clamor de ya basta es también el nuestro», expresaron integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI) durante la clausura de las comparticiones en esta sede del Primer Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías contra el capitalismo.

Desde el 27 de diciembre iniciaron las comparticiones en la «Península Rebelde», durante el acto inaugural Oscar el hermano de Abel Garcia Hernández, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, dijo «han pasado tres meses desde que no veo a mi hermano y a sus compañeros. Mi hermano dijo que iba a regresar en noviembre a la casa y por lo que pasó ya no regresó.

Nosotros decimos que el narco-gobierno lo tiene. Desde aquel 26 de septiembre estoy esperando a mi hermano y desde ese día no dejamos de luchar y no dejaremos de luchar hasta encontrarlo, porque ya han pasado tres meses y no sabemos nada de él».

Durante dos días a la orilla de un río grande y caudaloso, delegados de diferentes pueblos originarios integrantes del CNI y adherentes nacionales e internacionales de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), compartieron sus luchas en defensa de la vida y el territorio, contra el capitalismo y sus títeres los partidos políticos.

«Hermanos y hermanas que somos del color de la tierra, aquí hemos venido para denunciar el despojo de las tierras, el robo de nuestros minerales, la privatización de nuestros centros ceremoniales, la represión contra los que pensamos diferente, la contaminación de nuestras tierras con maíz transgénicos, y todo el daño que comete el capitalismo y su apellido el mal gobierno».

Durante el acto de clausura de la sede del Festival en Campeche, Omar García, integrante del Comité Estudiantil de la Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos» de Ayotzinapa, aseguró que México tiene que cambiar y «somos nosotros quienes más queremos que cambie. Nos duele mucho ver que padres y madres de nuestros compañeros desaparecidos son fuertes durante el día y durante la noche viven un martirio debido a esta incansable espera para ver a sus hijos de regreso. En este caminar nos hemos dado cuenta de que el gobierno ha intentado cambiar las estructuras mas cercanas al pueblo y van a intentarlo con nosotros, con nuestra escuela, pero si en algo tiene que cambiar es que ahora será la Escuela Normal Rural Autónoma y Rebelde ‘Lucio Cabañas Barrientos’, … pero antes tienen que entregarnos a nuestros 43 compañeros con vida.

Al concluir el acto de clausura el Maestro Filo de la Escuela Autónoma Emiliano Zapata y el Caracol que Canta al Universo, obsequió a la comunidad Maya de Monclova, Campeche, una pintura de María Tonantzin Guadalupe con la leyenda «Madre Tierra» y dijo «hemos traído esta imagen desde Huiziltepec, en la sierra negra de Puebla, es una pintura que contiene los símbolos más sagrados del mundo Nahua, que intenta hacernos recordar que el capitalismo es una guerra contra la Madre Tierra».

En el acto de clausura, que tuvo que realizarse bajo la carpa de un circo debido a la lluvia que caía incansable, se envió un mensaje a todos los pueblos indignes México, «no bajemos la guardia, la estrategia del Estado mexicano es desaparecernos porque donde ellos destruyen nosotros reconstruimos, donde ellos reprimen nosotros nos organizamos, también le queremos decir a los compas de la sexta nacional e internacional que sus luchas no estan solas, … Por la reconstitución integral de nuestros pueblos nunca más un México, un mundo sin nosotros», concluyó.

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