Amiltzinko, in Atl, il Tepetl, Macehual, 22 de diciembre de 2014.- Pueblos, Tribus y Naciones del Congreso Nacional Indígena (CNI) se encontraron con padres y madres de familia de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, frente a quienes reivindicaron la necesidad de organizarse desde abajo como la única forma de detener el despojo y la violencia de Estado cometida contra pueblos indígenas y estudiantes.
Madres y padres de familia de los Normalistas de Ayotzinapa desaparecidos por el Estado mexicano el 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, fueron bendecidos y humeados con copal después de una ceremonia tradicional Náhuatl a los siete rumbos. Frente a una imagen de María Tonantzin Guadalupe con la leyenda «Makamo ken mochihua in mix in moyollo: ¿Kuix amo nikan nika’ nimonantzin?» (Que no se inquiete tu rostro ni tu corazón, ¿a caso no estoy yo aquí que soy tu madre?), fueron colgados los lienzos con los rostros de los estudiantes desaparecidos.
Don Bernabé Abraham Gaspar padre de uno de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa agradeció al CNI por abrirle la puerta a su dolor, «nos unamos, qué bueno que aquí se está manifestando Zapata, allá en Tixtla, de donde yo soy se está manifestando Vicente Guerrero … así está pasando por todos lados, se están manifestando los hombres y mujeres que lucharon por Tierra y Libertad»… «Debemos luchar para acabar con este gobierno que quiere matarnos a todos».
«Estar organizados siempre será la mejor solución, la mejor defensa y el mejor ataque» (…) «O recuperamos nuestro poder de gobernarnos o nos dejamos vencer por el capitalismo» fue parte del mensaje enviado por Juan Carlos Flores Solís, preso político en el penal de San Pedro Cholula, quien fue encarcelado por el mal gobierno por defender el territorio junto al pueblo Náhuatl de Amiltzinko frente al Proyecto Integral Morelos, el cual contempla la construcción de dos termoeléctricas y un gaseoducto que afectará a más de ochenta comunidades de los estados de Puebla, Tlaxcala y Morelos.
Representantes del pueblo Wirrarika leyeron un pronunciamiento del CNI en el que dibujaron el espejo que entre todos los pueblos que resisten al despojo conforman. «Este espejo que entre todas y todos formamos son las luchas en las que como pueblos nos reflejamos». Así reivindicaron la defensa del territorio contra el despojo, desde la nación Yaki que lucha para defender su agua, hasta los pueblos Mayas en Campeche y Quintana Roo que luchan contra la siembra de transgénicos, pasando por los pueblos Purepechas en Michoacán que defienden su bosque, así como los pueblos Ñomndaa que defienden el Río de Suljaa’. En total treinta espejos que son reflejo de las luchas en defensa de la Madre Tierra y muchos dolores, entre ellos Ayotzinapa.