No olvidemos a quienes desde la infancia cargan el pesado yugo de la discriminación. Su vida al ras de la tierra, pasa desapercibida por nuestra vista.

OPINIÓN | Investigar para exhonerar |

Centro de derechos humanos de la Montaña, Tlachinollan

Dónde quedó la investigación interna de Tomás Zerón? ¿A poco no cometió delitos?  ¿Para ustedes, el señor solo cometió faltas administrativas? Ahora nos salen que tenía un gran corazón y que por eso fue al rio San Juan por su cuenta, sin notificar al ministerio público de lo que iba hacer. ¿Qué casualidad? ¿Por qué se llevó al Chereje (uno de los principales acusados de la agresión de los estudiantes)  para que señalara dónde supuestamente habían esparcido las cenizas de nuestros hijos?

Siempre nos quieren ver la cara de tontos. Nos quieren hacer creer que lo que hizo Zerón no fue nada grave y que los responsables de lo que sucedió fueron otros funcionarios. ¿Quieren que también nosotros reconozcamos su trabajo y que hasta lo premiemos como lo hizo el presidente Peña Nieto? ¿Cuál es el costo político de no querer llegar a la verdad sobre el paradero de nuestros 43 hijos? Debe ser muy alto, por eso nos obstaculizan todo para no descubrir todas las cochinadas que hacen los gobernantes que trabajan junto con los delincuentes. No quieren que se desprestigie más la imagen del presidente, prefieren fabricar mentiras en lugar de dar con la verdad. Esto mismo lo constataron los expertos, por eso  les escondieron mucha información, para que no descubrieran toda esta red de complicidades, que poco a poco van saliendo.

 Los padres y madres ya estamos hasta la madre de que no veamos avances en las investigaciones, que siempre vengamos  a oír lo mismo. Que tengamos que preguntarles por qué no detienen a los policías de Huitzuco, por qué siguen libres los policías federales, por qué no se toman en serio todas las líneas de investigación propuestas por el GIEI. Por qué se sigue encubriendo al Ejército y no se avanza con la investigación del quinto autobús, cuando ya hay más denuncias sobre el tráfico de heroína a Estados Unidos. ¿Dónde está el caminante y quién es el patrón?, son preguntas que siguen sin responderse porque no se quiere profundizar en la investigación. Como padres y madres de los 43 queremos compromisos serios. Que se cumpla lo que acordamos con la Comisión Interamericana, que no obstaculicen el trabajo a los miembros del mecanismo especial. No queremos que se repita lo que le hicieron al GIEI. Pedimos respeto a los compromisos firmados con la CIDH.  Para nosotros de nada sirve volver a sentarnos después de 6 meses, para volver escuchar datos que no nos dicen nada sobre nuestros hijos. Es indignante saber al paso del tiempo que nos esconden información para proteger a personajes nos han hecho daño. ¿Dónde está la voluntad política de la que ustedes hablan en todo momento?

Como padre amo a mi hijo y por eso lucho día y noche para encontrarlo. Así estamos todos y todas. Las mamás hasta están enfermas pero nada las detiene, porque saben que un minuto de descanso es un minuto de angustia, de mayor sufrimiento. Eso nadie de nosotros lo va hacer por eso estamos juntos luchando para encontrarlos. Mientras ustedes se la pasan tranquilamente, llegan a su casa sin preocupación y comen tres veces al día. Duermen en su cama. Jodidos nosotros los padres y madres que tenemos que hacer plantones con lluvia y con hambre para exigir que nos escuchen y atienda nuestro reclamo. Si le apuestan al cansancio y al olvido, queremos decirles que eso no se va a poder. Eso no lo van a lograr. Se van acordar de que no se va a poder. Porque ya vieron que después de 28 meses  aquí estamos, siempre dispuestos a todo, hasta para dar la vida nuestros hijos.

Lo primordial para nosotros es la dignidad y el amor por ellos. Sabemos que gente del gobierno busca doblegarnos para que negociemos la vida de nuestros hijos. Nosotros eso nunca lo haremos. Hay muchos que se equivocan de quiénes somos. Con nosotros no se equivoquen porque no queremos nada solo a nuestros hijos.

Ya estamos hasta el gorro de tanto engaño y de tanta espera. Seguimos en una pinchi pesadilla que no se ve para cuándo va a  terminar. Han destruido no solo nuestra vida sino también a nuestra familia. A los demás hijos los hemos desatendido y se han quedado solos enfrentando muchas carencias. Sufriendo por su hermano que no aparece. A las abuelas ya ni las podemos curar, porque no hay tiempo para estar con ellas y no hay dinero para comprar aunque sea unos calmantes. Varios compañeros han tenido que ir a enterrar a su mamá, que se murió por el dolor que le causó la desaparición de su nieto. Se murió de tristeza de no ver más a quien más querían. Eso nos pega directo en la cara y en el corazón, porque todo es puro sufrimiento y no podemos evitarlo. Ya no queremos que esto siga, pero el gobierno no hace lo que tiene que hacer para que ya no sigamos sufriendo.  Ya no queremos más basura. Ya no aceptamos más mentiras, ni a gente malosa que solo busca hacernos daño.

Queremos decirles que estamos desesperados porque no vemos que avancen en la búsqueda y en las investigaciones. A pesar de que han detenido a mucha gente, no se cuentan con datos precisos que ayuden a dar con el paradero de los 43. Hay muchísimos expedientes pero con mucha paja porque siguen casados con la versión del basurero de Cocula. Por eso nos vemos obligados a denunciar todas las malas actuaciones de los gobernantes, porque no vemos que se quieran comprometer con nuestra lucha, solo nos siguen la corriente pero al final volvemos al mismo lugar, al basurero de Cocula.

Gritamos en las calles para que no se acabe la esperanza de encontrarlos, para que nunca se olvide que en México hacen falta 43. Nosotros no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. No vamos a permitir que el gobierno le de vuelta la página de los 43. Duele mucho no saber de ellos, no hay forma de expresar lo que sentimos por no encontrar a nuestros hijos. Nada nos detendrá en esta vida para seguir por todos los caminos y estar en todas las caravanas para tener la dicha de acariciar el rostro de quienes más amamos.

Señores autoridades queremos a nuestros hijos de vuelta. Ellos son víctimas de un sistema que protege a los delincuentes porque trabajan junto con el gobierno. Nuestros hijos no son delincuentes y a pesar de que no lo son, ustedes tratan de armar historias falsas para presentarlos como culpables de su propia tragedia. Como padres y madres les decimos que nuestros hijos son intachables, que salieron de nuestras casas con la ilusión de ser maestros. Esa fue la razón para estar en Ayotzinapa, de formarse para enseñar a leer y escribir a los niños y niñas que viven lejos de la ciudad. No vinieron a la normal para ser delincuentes, vinieron para luchar por su pueblo. Por eso ahora también nosotros lo estamos haciendo, porque no es justo lo que nos han hecho. Ahora nos damos cuenta que el gobierno permite todas estas maldades porque no quiere que nuestros hijos tengan una plaza como maestros y al mismo tiempo defiendan los derechos de la gente.

Llegamos a esta reunión esperando escuchar avances importantes, sobre todo, de saber cómo van las líneas de investigación y en qué concluyó la visitaduría sobre el caso de Tomás Zerón, sin embargo, todo fue una burla porque el dictamen final  exonera  de responsabilidad penal al ex director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) por haber sustraído a Agustín García Reyes El chereje  de los separos de la SEIDO para trasladarlo en helicóptero a Cocula, sin que hubiera una orden del ministerio público. Su caso al final de cuentas quedará en el club de amigos porque la ex procuradora Arely Gómez será la encargada de iniciar un proceso administrativo, que no tiene relevancia alguna, comparado con el daño causado a quienes tuvimos que soportar todas las mentiras dichas por el ex procurador Murillo Karam y escuchar testimonios falsos de quienes supuestamente incineraron a nuestros hijos. Es el colmo saber que el responsable de estas malas actuaciones que ameritan sanciones penales, como lo planteo César Chávez, el anterior visitador general de la PGR, cuente con la complicidad de las autoridades federales, para mantenerlo en un cargo de alto rango y no atribuirle alguna responsabilidad penal.

La lucha por la verdad de los papás y mamás de los 43 la dan en todos los frentes y en todo momento. El muro de la impunidad sigue infranqueable. No hay hasta la fecha poder humano que pueda derribarlo. La protección a los responsables de la verdad histórica sigue incólume porque pesan más los intereses macrodelincuenciales enquistados en las instituciones gubernamentales y enarbolados por personajes siniestros, que el afán por la justicia y el compromiso por la verdad con las víctimas. Lo que constataron los padres y madres de los 43 en la reunión de este jueves 9 de febrero en la PGR, fue escuchar el veredicto de la nueva visitadora de que los resultados de su investigación fue la exoneración de Tomás Zerón.

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