Opinión Prócoro: el temple de un luchador social Prócoro Valente Gil nació el 9 de abril de 1971 en el hospital de Iguala por las complicaciones de parto de su mamá. A los pocos días retornaron a su comunidad en La Sidra, municipio de Ayutla de los Libres. Al pie de las montañas tuvo la dicha de crecer al lado de sus padres. Con el estómago vacío forjó su temple en los surcos del tlacolol sembrando maíz, frijol, calabaza y Jamaica. Toda su vida camino cuesta arriba, como cuando cortaba leña. Los dos primeros grados de primaria los cursó en La Sidra. Ante los problemas económicos su familia se trasladó a San José La Hacienda donde cursó el tercero y cuarto grado. Con pocas oportunidades de trabajo sus padres se reubicaron en la comunidad de Tejoruco, municipio de Tecoanapa. Empeñado en terminar la primaria caminaba una hora a la comunidad de la Parota Seca. Al ingresar a la secundaria técnica de Tecoanapa caminaba más de dos horas. Su finada mamá Eleodora con mucho sacrificio juntaba dos pesos para que su hijo comprara tortillas y chiles en vinagre. Tomaba agua de la manguera para pasar la comida. Después de clases iba por la leña y a chaponear en el campo. Cazaba iguanas y conejos para llevar alimento a su familia. Era un gran aficionado de la lectura al grado que participó en un concurso regional de literatura, ganando el segundo lugar, también compitió a nivel estatal. La lectura le abrió las ventanas para conocer otras culturas y empezó a tomar conciencia de la desigualdad y la discriminación que sufrían las comunidades indígenas y afromexicanas. Su mayor preocupación fue ver a los niños desnutridos, le dio en lo más hondo porque Prócoro también la padeció. Trabajó de peón para apoyar con los gastos a su mamá y a sus hermanos menores. Solo pudo cursar el primer año en la preparatoria 15 de Tecoanapa, pero su precaria alimentación le impidió seguir. A los 16 años se fue a trabajar a Los Cabos, Baja California, asumió la responsabilidad como si fuera el padre de la casa. Al año regresó para reanudar sus estudios en la preparatoria 33 de Chilpancingo. Sin recursos económicos se quedaba a dormir en las aulas de clases. Martín, el intendente de la institución, lo llevó al comedor universitario y le informó que había casas de estudiantes. La idea de luchar por los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos la tenía siempre a flor de piel, se empapó de lecturas sobre la revolución cubana, rusa y vietnamita. Gabriel Santos, en la sala de espera del hospital, recordaba que Prócoro cada semana compraba la revista Proceso y el diario la Jornada para estar informado sobre los movimientos sociales y las recurrentes represiones de los gobiernos caciquiles. Le daban una beca de 800 pesos que repartía en tres casas de estudiantes: un humanismo genuino que llevaba en las venas. Poco a poco se fue organizando con los estudiantes. Acompañaba a la gente de las comunidades a realizar trámites en las antiguas oficinas del INI. Al concluir la preparatoria siguió sus estudios en la escuela de derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero. Transcurría 1994 cuando Prócoro estaba en la Casa del Estudiante Auténtica Número 2, llegó a ser el estudiante más destacado. En la universidad había muchas corrientes políticas y la casa del estudiante donde vivía estaba con los “Cívicos” junto con Armando Chavarría, Florentino Cruz Ramírez y otros. En ese tiempo se reunieron 25 casas de estudiantes para integrar la nueva Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG) con el fin de construir un programa político. En las discusiones sobresalía Prócoro, quien pronto fue nombrado como parte de la Comisión Ejecutiva de la Federación Estudiantil. Poco a poco se involucró en la vida política de la universidad, con el tiempo optó por la lucha social. Militó en el Frente Amplio para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional (FACMLN) catalogado por el ejército como una organización radical, al igual que la OPCG. Corría 1996 cuando la represión del figueroísmo estaba muy fuerte. Estaba muy viva los hechos atroces de Aguas Blancas el 28 de junio de 1995 que dio origen a la irrupción del Ejército Popular Revolucionario (EPR). Le tocó vivir esa lucha fragorosa con un movimiento estudiantil y social muy agitado. Prócoro fue de los estudiantes el más valiente. En el FACMLN había otra alianza de organizaciones que denominaron Unión de Organizaciones de la Sierra del Sur. Estaba una organización con presencia en Olinalá la UOCEZ, en Metlatónoc la UCIM, Movimiento 6 de Marzo en la Costa Chica; en la Costa Grande la OCSS con Benigno Gallardo e Hilario Mesino; en la zona centro la OPCG con Pedro, Lino y Alfredo, y en la zona norte estaba Arturo Hernández Cardona con el movimiento azteca y posteriormente la Unidad Popular. Tenían conexión con expresiones a nivel nacional con Omar Torres, Efraín Torres Fierro, Omar Garibay y otros luchadores sociales. En la movilización social Prócoro siempre iba al frente y era el que encaraba a los porros de Acción Revolucionaria dentro de la universidad dirigida por Gabino Olea Campos, Hugo Vázquez y otros, vinculados al priismo y al figueroísmo. En una ocasión Gabino invitó a una sesión del consejo universitario al gobernador Rubén Figueroa Alcocer, sin embargo la base cuestionó esta decisión arbitraria porque violaba la autonomía y era una afrenta para la misma universidad vinculada a la lucha social. En una ocasión las organizaciones sociales acordaron boicotear el informe del rector en la sesión del consejo. Las casas de estudiantes y las organizaciones llegaron tarde para impedir que golpearan a Prócoro que había entrado a la fuerza a la sesión realizada en el Cinema Jacarandas. En protesta entró con un pequeño grupo de jóvenes logrando que el gobernador interino Ángel Aguirre Rivero abandonara el recinto. En la universidad el figueroísmo tuvo sus adeptos, pero la mayoría de estudiantes confluían con el movimiento social. Cívicos, pemecistas, viejos cívicos y otros más tenían al mismo enemigo: enfrentar a los caciques de Guerrero. Prócoro era identificado por el gobierno como de izquierda. En una ocasión se reunieron las casas de estudiantes con funcionarios de Ángel Aguirre para que bajaran el costo del pasaje, para que dotaran muebles a las casas de estudiantes, presupuesto para el comedor y la gratuidad de las inscripciones. En las discusiones el secretario general de gobierno Humberto Salgado Gómez espetó que no quería ver a Prócoro porque tenía intereses oscuros y porque tenía otra agenda. Decía que estaba vinculado con organizaciones radicales e insurgentes. Sus compañeros salieron en su defensa y Prócoro se mantuvo firme. Se volcó a la lucha social de lleno al grado que fue detenido siendo estudiante con muchos dirigentes del FACMLN como Pedro Nava, Erlindo Hernández López, Alfredo Barragán Rentería y 6 más. Tenía 21 años. Estuvo preso 8 meses acusado de motín, sabotaje e incitación a la violencia, salió en 1997. Mientras que Benigno, Hilario, Bertoldo eran detenidos y llevados al penal de Almoloya la represión en el estado provocó muchas detenciones, desapariciones y ejecuciones. La liberación de Prócoro coincidió con el repliegue que tuvo el EPR después del 98, sin embargo, la represión no cesó. Prócoro fue un estudiante destacado vinculado en todo momento a lucha social, con una identidad muy clara en favor de la clase explotada. Terminó la licenciatura en derecho y se fue de catedrático a la preparatoria 15 de Tecoanapa. En su convivencia con los jóvenes y sus familias empezó a ver que las comunidades sufrían por falta de agua. En el 2005 emprendió una lucha emblemática en defensa del agua. Acude con las autoridades comunitarias para impulsar la organización de los pueblos. Al inicio no respondieron, pero cuando se afianzó su relación con las comunidades de Barrio Nuevo, El Guayabo, Tepintepec, El Carrizo y San Francisco desafiaron a los caciques mestizos de Tecoanapa. La pelea llegó a los tribunales. Ganaron los seis pueblos para que pudieran construir su red de agua. Los líderes de Tecoanapa bloquearon en varias ocasiones la toma de agua, se aferraban a que no se construyera. En una ocasión se dio un enfrentamiento a pedradas y con palos entre ambos grupos, quedando varios heridos, a pesar de esta confrontación las comunidades no bajaron la guardia. Ganaron la batalla por el agua en 2012. La lucha no terminó ahí, más bien, la exigencia era el saneamiento del río por las aguas negras que el municipio de Tecoanapa arrojaba. Río abajo la población se estaba enfermando porque utilizaban el agua para bañarse y lavar la ropa. Prócoro gestionó biodigestores para que el agua del drenaje fuera tratada. Luego siguió con las plantas medicinales para la prevención de enfermedades como la diabetes. También fundó la policía comunitaria en los seis pueblos. Estaba precupado por la falta de acceso a los servicios de salud y educación. Paradójicamente en los últimos días de su vida, un grupo afín al rector le quitó las horas de trabajo en la preparatoria, para dejarlo fuera de la institución. Fue un golpe duro para Prócoro, por la forma artera y perversa con la que actuaron los directivos. Estaba decidido a dar la pelea dentro de la institución, pero su estado de salud se complicó. Aún en esas condiciones seguía impulsando proyectos en defensa del medio ambiente con personal de la universidad Iberoamericana de la ciudad de México. Lamentablemente el miércoles 3 de septiembre tuvo una caída mortal que truncó sus proyectos. Los pésimos servicios de salud que hay en las comunidades rurales no alertaron de que era urgente una atención médica de tercer nivel. Lo llevaron con una médica de San Francisco que recomendó que estuviera en observación en su casa. Empezó a vomitar y después de dormirse un rato le dio un paro respiratorio. Lo trasladaron con oxígeno a Ayutla para reanimarlo, posteriormente lo llevaron a Acapulco, donde falleció la madrugada de este lunes 8 de septiembre. A las 4:30 de la tarde de este martes fue sepultado en el panteón de La Sidra, para regresar con los suyos. Perdimos a un luchador social que desde la academia y la organización comunitaria les dio voz a los pueblos olvidados de Tecoanapa. Fotografía de la familia Share This Previous ArticleTrabajar en los surcos “para vivir un rato más” Next ArticleJueza ordena a autoridades de Guerrero garantizar el derecho a la educación en la Montaña 11 septiembre, 2025