Nota Informativa «Señor del Nicho, danos esperanza para encontrar a los 43» Tlapa, Guerrero, a 23 de octubre de 2025. En medio de la violencia y la pobreza en la Montaña transcurrió la procesión del “Señor del Nicho”. Desde niños hasta personas de la tercera edad caminaron fervientemente por las calles con sus veladoras y ramos de flores. Sus rostros y sus miradas estaban en el cristo, pero con la esperanza de sanar sus enfermedades, pedir para la prosperidad, y sobre todo pedir por la paz, justicia y verdad. A las cuatro de la tarde, en el incipiente recorrido el sacerdote que llevaba la voz consideró que la “fiesta del señor del Nicho que luce en medio de la oscuridad hacemos una súplica: señor toca el corazón de nuestros gobernantes municipales, estatales y federales. Enséñales que el poder es un servicio, que el dinero mal amigo no da paz y que solo la verdad construye la esperanza. Y damos oraciones para aquellos que tienen en sus manos decisiones importantes para que no caigan en la tentación del egoísmo, ni en el abuso de la autoridad. Que cada peso público sea usado con transparencia, que cada cargo político sea vivido como una vocación al servicio y no como un privilegio personal”. “También pedimos por todo nuestro estado de Guerrero para que no callemos ante la injusticia, pero tampoco perdamos la esperanza; para que sigamos luchando unidos por un Guerrero distinto, más justo, más honesto y humano. Este juvileo es de exigencia ética y renovación social, que nuestro señor del Nicho, ejemplo de humildad y guía, en nuestro caminar nos dé fuerza para seguir trabajando por una transformación real”, remató mientras los peregrinos caminaban en penitencia con sus pies desnudos. A la altura del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan estaba un tapete con la frase: “Señor del Nicho, danos la sabiduría y fortaleza para alcanzar la verdad” en el que desde las 9 de la mañana don Mario González y doña Hilda Hernández, padres de César Manuel González Hernández, pintaron el número 43. En sus apresurados pensamientos estaba su hijo. Las palabras de don Mario exigen verdad: Vengo de Tlaxcala porque nos dicen que el Señor del Nicho es muy bondadoso y milagroso. Los 43 padres de familia buscamos todo lo que nos pueda ayudar a encontrar a nuestros hijos. Venimos con toda la fe y la devoción de ayudar con el tapete para el que Señor del Nicho nos ayude, nos dé salud y nos dé esperanza de encontrar la verdad y el paradero de los muchachos. “Ante las insoportables mentiras de los gobiernos creemos para que Dios nos permita encontrar a nuestros hijos y saber la verdad. El gobierno de Claudia Sheinbaum está peor que el anterior, las investigaciones tomaron un receso con la búsqueda de los chavos, ahora con los crematorios, y las líneas de investigación son un retroceso de 10 años”. “No avanzan en la línea del ejército, los 800 folios. Quieren nueva tecnología y eso está fallando mucho. No ha dado resultados en nada. La presidenta dice que no se va a cerrar el caso, si termina su sexenio va a seguir, pero ella terminando su sexenio va a vivir su vida, mientras nosotros nos vamos a quedar otro sexenio sin saber la verdad”. “Es tan fácil que se abran los archivos que tiene el ejército, pero no hay voluntad para saber qué es lo que pasó realmente. Por eso tenemos que seguir apretando la tuerca. Hay que reconocer que AMLO durante dos años caminaron las investigaciones y nos dimos cuenta de que el ejército tuvo participación por todos los lados del taque. Sin embargo, llegando al ejército ya no quisieron hacer nada”. “Hay enojo, rabia, pero al final de cuentas el dolor es nuestro. La presidenta dice que son provocaciones, pero es hartazgo de sus mentiras. Nosotros solo queremos a nuestros hijos, pero su prioridad es defender al ejército. Hoy tuvimos que venir y cumplir lo que prometimos para que el Señor del Nicho nos ayude”. Por su parte, doña Hilda conteniendo sus lágrimas siempre le pide a Dios y a la Virgen de Guadalupe “que ilumine el camino de regreso de nuestros hijos, que nos encuentren y lleguen con nosotros. Y agradecerle al Señor del Nicho por el día a día que nos da para seguirlos buscando”. La procesión siguió por la calle Guerrero con los cánticos religiosos. Familias enteras querían ir al paso del Cristo crucificado. Algunas personas con su manos en el pecho rezaban y otras más lloraban. Las flores, veladoras y pequeñas telas que llevaban las pasaban en la cruz. En la calle Añorve y la Matamoros niñas, niños y adultos se acostaron en los tapetes como penitencia para pedir salud y trabajo. Finalizó a la 7 de la noche en la catedral, donde la gente se hincó como reverencia al señor del Nicho. Share This Previous ArticleEl gobierno no quiere que haya justicia No Newer Articles 6 horas ago